El Cloro se obtiene por electrólisis de una solución de Cloruro de Sodio y agua. El aspecto inicial es el de un gas amarillo verdoso, con un olor fuerte y característico.
Mezclar el cloro con otro tipo de productos de forma casera, puede ser perjudicial para la salud. Al unirlos, se liberan vapores tóxicos que causan quemaduras en los ojos, en la garganta y los pulmones, dañan al sistema nervioso y pueden acarrear incluso la muerte de manera progresiva.
Aquí te detallamos cuáles son las mezclas prohibidas de acuerdo con la profeco:
CLORO Y AGUA CALIENTE:
Se convierte en gascloro, afectando al sistema respiratorio, provocando tos, dolor pectoral y retención de agua en los pulmones.
CLORO Y ALCOHOL (LÍQUIDO O EN GEL):
Libera cloroformo, causa mareos y náuseas, dañando el sistema nervioso.
CLORO Y AGUA OXIGENADA:
Genera gascloro y cloratos, son compuestos tóxicos que afectan los ojos, la garganta y los pulmones.
CLORO Y VINAGRE:
Libera ácido peracético y gas cloro, afectando los ojos, la garganta y el sistema nervioso.
CLORO Y AMONIACO:
Se crea cloramina, produce daños pulmonares y de hígado, dolores leves de cabeza y dificultad de respirar.
CLORO Y ÁCIDOS CÍTRICOS:
Provocan gascloro, afectando directamente al sistema respiratorio, reteniendo líquido en los pulmones.
CLORO Y ÁCIDO MURIÁTICO:
Libera gas cloro, afectando directamente al sistema respiratorio, reteniendo líquido en los pulmones.
Recuerda comprobar la fórmula de los productos que usemos para
limpieza, de esta forma evitaremos crear sustancias o gases tóxicos
en nuestro hogar o lugar de trabajo.
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