En algunas ocasiones tener una buena relación y ambiente laboral puede ser complicado debido a las personalidades. Recuerda que relacionarte sanamente en el trabajo influye de manera directa en tu estado físico y mental. Es beneficioso llegar a tu lugar de trabajo donde pasas al rededor de 8 o 9 hrs diarias con buenos ánimos y con la confianza de tener un equipo.
Dar el ejemplo:
Tener la oportunidad de ser el primero en sentar bases y dar el ejemplo a seguir es fascinante, podemos empezar a construir una sensación de cercanía. Puedes fijarte en aquellos que muestran una mejor disposición para imitar tus compartamientos o seguir tus buenas prácticas.
Ser cordial y educado:
Saludar al llegar por las mañanas y despedirse antes de salir, o pedir las cosas por favor, nunca exigirlas y sobre todo con una buena actitud para dirigirnos a otras personas. Son algunas cosas simples que serán muy bien recibidas por las personas con las que trabajas.
No hables mal de nadie:
Es habitual que en cualquier lugar de trabajo nos encontremos con rumores, chismes o malos entendidos por una mala comunicación. Sin embargo, es una práctica de muy mal gusto, es importante mantenerse al margen o alejado de este tipo de conflictos, ya que demuestra nuestra eduación y profesionalismo.
Comunícate con ellos y escucha:
La habilidad para comunicarnos es la clave para nuestra vida diaria en cualquier aspecto, el trabajo no es la excepción. Aprende a expresar tus ideas de manera clara y tranquila, procura escuchar activamente a tus compañeros, clientes y superiores para llegar a una solución adecuada y beneficiosa de ambas partes.
No guardes rencor a tus compañeros
Hay diferentes razones que pueden llevarte a sentir algún rechazo a un compañero. Desde una mala actitud hasta roces creados por la competitividad, debes pensar que las cosas que ocurren en el entorno laboral nunca tienen relaciones personales y es mejor pasar la página.
Recuerda imitar buenas practicas y evitar las malas.
コメント